Vivimos en un mundo interconectado y ágil donde el cliente navega y se mueve por distintos escenarios reales y virtuales. El enfoque omnicanal es el que permite llegar a él en el momento oportuno. Si camina por la calle, si abre su correo, si lee la prensa online o compra por Internet, el vendedor deberá asegurarse de mantener la conexión y la coherencia en estos canales. ¿Qué es la omnicanalidad exactamente y cómo aplicarla para vender más? Veamos este tema con detalle a continuación.

Omnicanal vs multicanal

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Suele haber la confusión de pensar que un enfoque multicanal es lo mismo que omnicanal, pero no es así. La multicanalidad es una forma de ventas que alberga muchos canales, pero el planteamiento omnichannel va un paso más allá. 

Actualmente la mayoría de empresas tienen un sitio web, varios perfiles en redes sociales, algún anuncio activo en algún medio, etc. Se mueven en la mayoría en más de ocho canales y sin embargo la mayoría de ellas no aplica la venta omnicanal. 

Esto ocurre porque suele haber falta de coordinación entre ventas y marketing. También podemos ver que se comunican por varios lugares pero hay duplicidades o inconsistencias. Esto repercute negativamente en los clientes, que pueden tener fatiga o una percepción de desconfianza.

Si te preguntas qué es la omnicanalidad, se trata de estar presente de forma coherente y coordinada en todos los canales clave. No solo se comunica con el cliente desde diversos puntos, sino que esos puntos están unidos también entre sí. 

Beneficios de aplicar la omnicanalidad

Practicar la venta omnicanal supone diversas ventajas, como éstas:

• Mejor experiencia del cliente
• Reputación de marca
• Aumento de conversiones
• Estadísticas más amplias

¿Cómo aplicar la omnicanalidad para vender más?

A estas alturas puede que ya tengas muy claro que quieres aplicar la omnicanalidad en las ventas. Sin embargo, tal vez no sepas por dónde comenzar. Por ello, vamos a ver los pasos a seguir para poder realizar una estrategia omnichannel.

Es fundamental realizar un plan coordinado que te permita asegurar la omnicanalidad. Esto pasa por dos puntos clave: comprender a tu cliente y trazar todo el embudo de ventas.

• Público objetivo: ¿sabes cómo es tu perfil típico de cliente y qué le caracteriza?
• Funnel de ventas: ¿tienes claros los pasos que suele atravesar tu cliente hasta la compra?

Si defines muy claramente a quién te diriges y concretas tus acciones en cada fase del embudo, entonces lograrás más ventas. 

Por ejemplo, vamos a poner un caso práctico: tienes una nueva página web donde presentas tu marca personal. Tu estrategia pasará por:

• Atraer tráfico a tu sitio desde distintos canales
• Conseguir leads desde tu sitio y otros canales
• Generar contenido para aumentar el interés de tus contactos
• Cerrar clientes
• Fidelizar mediante aportación de valor y comunicación continua

Esto puede pasar por posts en LinkedIn o Instagram, envíos de campañas de email marketing, webinars online, campañas de pago, notas de prensa, posicionamiento de tu blog con SEO y más. La clave es que integres las acciones entre sí, para que sean coherentes y estén alineadas en todo momento.

Conclusión

Según McKinsey , el 83 % de los líderes de B2B creen que las ventas omnicanal son un método más exitoso para la adquisición de clientes que el enfoque anterior. ¿Estás de acuerdo? Entonces ahora ya sabes cómo empezar a implementar la estrategia.

¡Mucho éxito y que consigas más resultados con tus ventas omnicanal!