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Desde hace años se ha venido anunciando la muerte del email como si de la caída de un imperio se tratase, pero el correo electrónico ha demostrado ser como el buen vino, que con el tiempo no hace más que mejorar. Por mucho que aparezcan aplicaciones de mensajería como Whatsapp o de productividad como Slack, el correo sigue estando en pleno auge, e incluso en el momento actual es mejor aún como herramienta, gracias a ciertos avances que lo hacen incluso más eficiente e importante de lo que era en sus inicios.
De acuerdo con Forbes, todavía se estima que el volumen de correos electrónicos enviados cada día aumente de año en año hasta al menos 2023. Por lo tanto, parece que aún está lejos la sentencia de muerte del correo electrónico. Estas son algunas de las razones por las que el email no está muerto ni desaparecerá en mucho tiempo, por muchas apps de productividad que sigan apareciendo y creciendo.
En el año 1971 se envió el primer email, a la vez que aparecían las cintas VHS que hoy son Historia. Sin embargo, mientras el formato audiovisual evolucionó al DVD y después a las plataformas online como YouTube o Netflix, el email sigue siendo tan de actualidad como hace más de cuatro décadas.
Con el auge de plataformas como Slack y el avance de los CRM, ¿cómo es que el email sigue siendo tan utilizado? Algunos se preguntan qué sentido tiene hoy el reto del Inbox cero si se pueden filtrar mensajes y es fácil avanzar con fluidez en gestión de proyectos. Con todo, el hecho es que el email no solo sobrevive al paso del tiempo, sino que conforme pasa, va mejorando.
Primero se convirtió en algo mucho más próximo gracias a los smartphones, pues ahora no solo se consulta en la oficina delante de un PC, sino en el sofá de casa, en el tren de viaje, en una cafetería o en cualquier situación cotidiana. El email tiene una gran ventaja por su inmediatez y facilidad de acceso desde distintos dispositivos.
Además, el paso del tiempo ha hecho que el email se vuelva cada vez más personalizado y al mismo tiempo más automatizable, lo cual permite llegar al cliente con proximidad y un trato cercano, mejorando a la vez en productividad y eficiencia.
No hay que olvidar que el email tiene una presencia y rigor que no proporcionan otras plataformas. Como el buen vino, no solo mejora con el tiempo sino que además otorga un plus de excelencia. El correo electrónico tiene una percepción de permanencia y seguridad, que hace que las personas en general tiendan a preferir este canal para recibir información importante, como un documento legal, un comunicado o un informe.
Además, el uso de Whatsapp nos ayuda en la inmediatez (enviar un documento rápidamente al cliente) pero no es un buen gestor de documentación: es muy difícil al cabo de un tiempo ir a buscar ese documento, bien sea porque la propia plataforma lo ha dejado en “no visible”, porque no tenemos suficiente memoria en el teléfono o porque el cliente, sabiéndolo o no, ha borrado el contenido de ciertos chats para “aligerar” espacio en su dispositivo.
El e-mail, sin embargo, sí que es un gran repositorio de información, permitiendo la organización y búsqueda de documentos y archivos adjuntos. Una vez más, aunque muchos han querido matar al e-mail, estos nuevos canales no son sustitutivos, sino que son canales complementarios que facilitan la gestión comercial del nuevo vendedor híbrido.
Todo esto no serviría de nada si no se tuviera en cuenta que el email se debe saber aprovechar, para sacarle partido y hacer buen uso de esta potente herramienta de comunicación. El móvil nos coloca en el bolsillo del cliente, pero para aprovechar esta proximidad que nos ofrece este medio tan reconocido como seguro y profesional, el vendedor híbrido necesita convertir la experiencia del email en algo adaptado a los distintos dispositivos.
Además, hay distintas estrategias que hacen que el email se convierta en mucho más que un canal de comunicación más. Para sacarle provecho, se pueden enviar campañas adecuadas a cada perfil de clientes (no e-mails masivos sin ton ni son), promociones, contenidos que aporten valor, o ofrecerle algo especial en ocasiones concretas como su cumpleaños. Todo esto puede tener sentido siempre que se realice de manera adecuada, identificando claramente al “buyer persona”, evitando convertir el email en una forma de spam. Por eso es clave analizar y elegir en todo momento con precisión en qué fase del embudo de ventas está cada cliente actual o potencial, así como sus intereses y prioridades.
En conclusión, podríamos decir… ¡larga vida al correo electrónico! Aún tiene mucho por aportar a nuestro día a día, y en particular a la venta híbrida.
