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Hay una profesión que, a pesar de ser la piedra angular del éxito de cualquier empresa, sigue siendo subestimada y poco valorada: las ventas.
Detrás de cada producto que llega a tus manos, de cada servicio que te facilita la vida, de cada experiencia que te llena de satisfacción, hay un guerrero de las ventas. Son ellos quienes conectan las ideas con las necesidades, los sueños con las posibilidades, y las empresas con sus clientes.
Sin embargo, a pesar de su papel fundamental, los vendedores siguen siendo los "héroes anónimos" del mundo empresarial. A menudo se les ve como personas que solo buscan cerrar tratos y ganar comisiones. O se les ve como personas que te bombardean con correos electrónicos y llamadas. También se les juzga por los números, por las cifras, sin considerar el valor intangible que aportan a cada interacción.
¿Qué hay detrás de este prejuicio negativo y despectivo? A menudo la falsa creencia de que convencer significa manipular. El vendedor profesional y exitoso no entiende esta filosofía, más bien trabaja por persuadir desde la escucha de las necesidades del cliente.
Las ventas tratan de construir relaciones, de comprender las necesidades, de aportar soluciones, de generar confianza, de crear experiencias memorables.
Es hora de que a los vendedores se les valore por sus habilidades, su experiencia, su pasión y su compromiso. Es hora de que se les vea como lo que realmente son: guerreros de las ventas, héroes anónimos que superan ‘noes’, que trabajan incansablemente, y que tienen una profesión que requiere técnica, actitud y fortaleza mental, además de muchas otras habilidades y conocimientos.
Es un momento clave de cambio en el ámbito comercial, y sin duda se puede aprovechar para cambiar esta imagen tan negativa del vendedor. En este sentido, el impulso de las Inbound Sales puede ser fundamental, así como el trabajo de las marcas personales.
En lugar de enfocarse solo en cerrar ventas, los vendedores se convierten en asesores que educan y ayudan a los clientes a resolver sus problemas. Además, conviene aprovechar la estrategia omnicanal para interactuar con los clientes de manera genuina, proporcionando información y soluciones relevantes. Es más, continuar aportando valor incluso después de la venta puede ayudar a garantizar la satisfacción y fidelización del cliente.
El empoderamiento del vendedor no es algo que ocurra de la noche a la mañana. Requiere un compromiso a largo plazo por parte de los líderes comerciales y un cambio cultural dentro de la organización y en la sociedad en general.
Además, es fundamental reconocer que el cambio de mentalidad es un proceso bidireccional: los vendedores deben formarse y mantener una actitud positiva, que les haga merecer los mejores reconocimientos por el trabajo bien hecho.
También se necesita adoptar nuevas formas de comunicar, integrando la metodología inbound de aportación de valor y el impulso del branding personal del vendedor híbrido.