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Las luces en las calles, la decoración navideña en oficinas y hogares, los villancicos, los regalos, comprar la lotería, la cena de empresa… Todos esos símbolos y rituales los repetimos año tras año con ilusión, volviendo a sentir la emoción como cuando éramos niños por estas fechas tan especiales.
De alguna forma estas tradiciones tienen un impacto emocional en nosotros que nos invitan a despertar el espíritu navideño, una especie de actitud más positiva de lo normal y más amigable con todos.
Como explica el célebre ‘Cuento de Navidad’ de Dickens, estas fiestas pudieron hacer del avaro y egoísta Scrooge un hombre transformado y generoso. Así, de alguna forma todos nosotros nos volvemos también mejores por unas semanas, desde que ponemos las figuras del Belén hasta que recogemos los regalos de reyes en enero.
En los equipos comerciales detecto en estos días más cercanía entre compañeros, más amabilidad desde los puestos de liderazgo y en general un tono más amigable. Parece que en estas fechas nos resulta mucho más fácil a todos agradecer, compartir o dar reconocimiento a un compañero o colaborador.
Estas Navidades vuelven a ser híbridas como las pasadas, y lo seguirán siendo en los años venideros probablemente. Con todo, sigue habiendo ese tono navideño inconfundible, que traspasa las distancias y se transmite tanto en persona como en las pantallas.
El compañerismo híbrido se nota en Navidad más que nunca, es una forma de comunicar más ligera, una manera de conectar más humana, y en general un comportamiento más desenfadado y positivo, más abierto y flexible.
Todas estas cualidades se podrían considerar muy valoradas en Recursos Humanos, las llamadas soft skills que se requieren en cualquier puesto, y que sin duda ayudan al vendedor híbrido en sus resultados, y a la cohesión de equipos, y por supuesto al líder comercial híbrido en su relación con los colaboradores.
Lo primero que os quiero invitar a hacer estos días es fortalecer ese espíritu todo lo posible: la colaboración en los equipos, la conexión, la proactividad, la motivación…
Esto no solo pasa por tener una actitud positiva, sino también por llevar a cabo acciones concretas como:
Por otro lado, más allá de impulsar al máximo el espíritu navideño de manera híbrida, vale la pena detenerse a apreciar esta faceta de compañerismo y liderazgo inspirador de las Fiestas, y así poder replicarla el resto del tiempo. El objetivo es ensalzar esas cualidades especiales que todos desarrollamos en estos días, y así evitar que volvamos en enero con esa cuesta que también es emocional.
¿Dónde quedará en año nuevo todo ese espíritu solidario y positivo? Ojalá pudiésemos meter el espíritu de navidad en botellas y abrir una botella cada mes del año. No vamos a poder, pero es momento de ser conscientes de aquello que nos funciona en diciembre, para impulsarlo el resto del año y que el espíritu navideño se quede con nosotros.
Aprovecho yo también para daros las gracias por estar ahí y por vuestras aportaciones, y os envío mis mejores deseos para una Feliz Navidad y un próspero año nuevo donde no falte en todo el año lo más positivo que podamos llevarnos de estas Fiestas.