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Hacemos fotos a diestro y siniestro en una sociedad plagada de selfies, pero sigo encontrándome muchos perfiles en LinkedIn que no tienen una fotografía adecuada, a la altura de sus competencias y de su nivel de profesionalidad. La tecnología nos lo pone muy fácil para disparar imágenes de alta resolución desde cualquier dispositivo, pero a veces lo que falta es el criterio para hacerlo de manera correcta. Creo que este nuevo estudio puede ser tremendamente ilustrativo para definir una serie de claves que den con la foto definitiva para vestir el perfil de LinkedIn.
El vendedor híbrido no puede pasar este aspecto por alto, y a la hora de publicar e interactuar en las redes sociales profesionales, un primer paso es asegurarse de que tiene la imagen de perfil adecuada, pues será un primer elemento de su carta de presentación en el entorno digital.
El estudio reciente de Photofeeler analizó más de 60.000 cualidades asociadas a la competencia, simpatía e influencia percibidas por las personas, en relación a un total de 800 fotos de perfil de su base de datos. Los resultados obtenidos revelan que hay un patrón de preferencia sobre unas imágenes de perfil sobre otras. La idea del estudio era ver si ciertos aspectos relacionados a las fotos de los usuarios podían favorecer o perjudicar acerca de la impresión que causan.
Mantener el contacto visual y una sonrisa bien definida han demostrado afectar de manera clara en la percepción de competencia y de simpatía, y el grado de influencia se vincula con mostrar los dientes al sonreír de manera marcada.
Otro detalle interesante es el gesto de entrecerrar los ojos, visto positivamente por las personas encuestadas, aumentando la percepción en los tres criterios valorados. Podría ser debido a que la sonrisa sincera es aquella en la que los ojos también sonríen, y no solo la boca. Esto se suele denominar la ‘sonrisa de Duchenne’ que debe su nombre al médico investigador francés Guillaume Duchenne que descubrió la diferencia entre una sonrisa fingida y una real.
La ausencia de sonrisa en todo caso penaliza a la imagen, ya que las fotos de perfil sociales con caras serias generan una percepción de menos competencia e influencia, y sobre todo menos simpatía.
Por otra parte, es fundamental mostrar la cara despejada, sin demasiados artificios, porque se ha visto un claro efecto de los elementos de obstrucción, afectando a la percepción de simpatía, influencia y competencia.
De acuerdo con el estudio, el escenario no es especialmente significativo en el impacto de las fotos de perfil, así que no importa si se hace en un estudio, en un despacho elegante o en una zona verde, en principio. En cambio, el peso del vestuario se ha visto claramente, porque las personas con “ropa formal” han conseguido resultados mucho más altos en percepción de competencia e influencia.
Por otra parte, un plano demasiado cerrado produce un impacto negativo en cuanto a competencia y simpatía, aunque de forma moderada, y planos demasiado abiertos no solo no son correctos para una foto de perfil, sino que este estudio señala que perjudican la imagen de profesional competente e influyente.
En Social Selling la edición también tiene un peso importante que no podemos pasar por alto. Por muy adecuada que sea una foto de perfil para LinkedIn, si se ve demasiado oscura o tiene la saturación de color excesiva, podría generar menos simpatía y confianza profesional.
Una foto de perfil óptima no es suficiente para conseguir los resultados deseados en Social Selling, pero es imprescindible para lograrlo. Tomemos nota de las reveladoras claves que nos da este estudio, y cambiemos nuestra foto de perfil si hace falta. Este primer disparo de la cámara para sacar nuestra mejor toma, puede marcar una gran diferencia para el Vendedor Híbrido.
